El rey de los centros comerciales
Pablo Scarpellini25/01/2012
Su Socio de Negocios
José de Jesús Legaspi es el fundador de una empresa que hoy controla 13 plazas comerciales hispanas en todo el país
Los centros comerciales son lo suyo. José de Jesús Legaspi, presidente y fundador de The Legaspi Company, controla un total de 13, todo un emporio de manos de un empresario clarividente, que de científico pasó a ser en un experto en una materia que mueve masas y genera millones de dólares.
Sin viso alguno de arrogancia pero con seguridad, dice que en su empresa son expertos en el mercado hispano, especialistas en entender su filosofía y sus necesidades. Saben lo que buscan. Por eso han conseguido levantar centros comerciales en estados como Texas, donde a otros se les habían escapado los clientes latinos entre los dedos, y que ahora fluyen cada fin de semana.
“Era cuestión de entender su filosofía, de darle un oído a la comunidad hispana, comprender sus niveles de confort y darle respeto, en otras palabras”, explica Legaspi, llegado a Estados Unidos desde Zacatecas con sólo 14 años, y licenciado en una universidad americana.
Ahora, en lugares como Phoenix, Arizona, hay plazas comerciales dedicadas a los latinos, donde las familias de mexicanos y de otros países se sienten como en su segunda casa. “En esos lugares, ha habido discriminación contra los inmigrantes, que no quieren ir a otros centros comerciales donde se van a sentir mal recibidos”, explica el empresario, cuya filosofía es “no buscar problemas sino generar soluciones”.
Gracias a eso, The Legaspi Company controla Plaza Fiesta en Atlanta, La Gran Plaza en Fort Worth, el Pacific View Mall de Ventura, en California, el Fiesta Mall de Mesa, Arizona, el Northridge Mall de Salinas y otros varios de costa a costa, incluyendo Las Vegas y Carolina del Sur.
Todo empezó con seguros de vida y evolucionó a acciones sobre empresas y bienes raíces, en un momento, el año 1977, en que estaba floreciendo el mercado latino. “Quise agregar mis conocimientos, lo estudiado, con un solo propósito”, indica Legaspi.
Fue así como empezó a ayudar a la cadena “El pollo loco” a expandirse por toda California con espacios comerciales óptimos. “Eso me abrió el camino para ubicar otros comercios hispanos”.
Hoy es casi rutina diaria. Recientemente ayudó a un emprendedor con un negocio de material paraquinceañeras, que de tener un espacio muy reducido en uno de sus centros comerciales, ha pasado a ocupar más de 500 metros cuadrados de superficie.
Ese es uno de los motivos de orgullo para Legaspi, “satisfecho de haber sacado a mis hijos adelante con una buena educación y de haber podido ayudar a pequeños empresarios”.
Conocedor del mercado y del pulso de la economía, admite que corren buenos tiempos para las finanzas estadounidenses después de años de inestabilidad. “Este país sigue siendo la tierra de las oportunidades. Con ganas y siendo positivo, el horizonte no tiene límites”.
